A tu querida memoria

31.01.2013 10:29
Rosario Arpe García

 

Querido padre, querido,

¡Ay! Que amargura tan grande

que pena y que sufrimiento

cuando yo besé tu cara

 y vi que ya estabas muerto.

Querido padre, querido,

si tu me pudieras ver

desde el sitio al que te has ido

veras que aunque el tiempo pasa

nunca olvidarte he podido.

Querido padre, querido,

 que dulce es el evocarte

 volver a sentirse niño

 y recordar tus caricias

 que me llenaban de alivio.

Querido padre, querido,

¡Ay! Cuanto tiempo ha pasado

¡cómo los años se han ido!

 y aun te tengo en mi recuerdo

como cuando estabas vivo.