Exposición de Morata
En el Tajuña reflejada
su imagen, que sus aguas arrastran,
que va llevando a otros pueblos
y hasta por el Tajo aceptadas.
En él viven vecinos comunicativos y elegantes
que pasean con ligereza por sus calles
y se detienen con una sonrisa
para asesorar a los visitantes.
Pueblo señor para exposiciones,
con su frío invierno, que se compensa
con el calor de los moratenses
que a mí me han aceptado.
Desde su querida “Casa de Cultura”,
antigua residencia de los Mac-Crohones,
apellido muy conocido
en algunas instituciones.
Que hasta ha sobrepasado fronteras
hasta en el país vecino,
la llaman Casa del Infante,
perla de un edificio elegante.
Corazón de la región,
siempre nos hace ilusión
pasear por sus callejas
con personas de alegre corazón.
Y desde tan bello lugar
se oye en la lejanía
a un hortelano cantando una jota,
porque ya está acabado el día.
Tengo felices recuerdos
de este pueblo, pegadito al río
donde amigos allí residen
siempre generosos y amables conmigo.
Mi Morata, Morata,
pueblo sutil y “lujoso”,
siempre estaré a tu lado
por ser tan “majestuoso”.
Como es tradicional,
salimos desde Ventas
sin nada que resaltar,
donde una vez más
la marcada puntualidad
deberíamos de acentuar.
Desde lejos destacar
la torre de su templo mariano;
su altura se hace resaltar
para su vecinos, lugar hermano.
Paramos directamente en la Ermita
de la Virgen de la Antigua,
bella imagen a resaltar
en el centro del Altar.
Allí un viejo coadjutor,
de forma sencilla y humana,
nos fue describiendo la casualidad
de su hallazgo, pensando en el azar.
Del recinto, qué decir:
resaltar su luminosidad
y su belleza en adornos
con cuadros por los vecinos pintados
referidos a la Pasión de Cristo
en sus distintos apartados.
Sí quiero resaltar
uno de grandes dimensiones
donde figura Jesús predicando
con sus apóstoles representando.
Y seguimos paseando
y por sus calles resaltando
la modernidad del lugar
que siempre está despuntando.
Paramos en una pastelería
donde ya estaban preparados
para la bienvenida darnos
y con bollos y pasteles obsequiarnos.
Y tras las compras de rigor,
proseguimos caminando
y hasta la Iglesia llegamos
con su apertura esperando.
Y de la Iglesia, qué decir:
muy moderna y todo restaurado,
con un Altar Mayor
bellamente adornado.
Con esculturas incrustadas
en su pared frontal,
que alternan su estancia
con bellas pinturas de estudio.
Pero quisiera resaltar
dos figuras expuestas.
Son las de Justo y Pastor
a los pies del Altar Mayor.
Terminado el paseo,
a la exposición nos encaminamos
los compañeros, creo disfrutaron
de lo expuesto y representado.
Como bien todos conocéis,
la exposición se compone
de trabajos en la Asociación realizados
de pintura, bolillos y manualidades
y con los profesores desarrollados.
Y para rellenar el salón
lo debemos de acompañar
con trabajos adicionales
cada uno con sus peculiaridades.
Por ello la exposición
se hace más representativa
al poder acceder
todos los compañeros
que, por las circunstancias que fueran,
a las clases no pueden asistir
y que en su casa se lo pueden proseguir.
Por este motivo
los premios están divididos
entre lo desarrollado en la Asociación
y lo presentado sin esta condición.
Yo quisiera resaltar
que, pese a la amplitud del local,
lo expuesto mereció mucho la atención
por los visitantes y su “formación”.
Según nos fue indicado
por Blanca, la responsable del Ayuntamiento,
a quien tenemos que darle las gracias
por las facilidades que nos ha aportado.
Debo de resaltar
que en esta ocasión
hemos sido acompañados
por los distinguidos profesores
que nos han aportado su sapiencia
calificando los trabajos
desde su gran experiencia.
Algo similar es de resaltar
con la visita realizada
por dos responsables del Monte,
que con su gran experiencia
resaltaron la calidad
y también la profundidad
de los trabajos realizados
Tras el disfrute de la exposición,
al restaurante nos llegamos
y tras una copiosa comida,
al autocar nos marchamos.
Y así pasamos el día
con alegría y felicidad,
que espero y deseo se repita
en reiteradas ocasiones
con la máxima prosperidad.
Texto: Agustín Castillo Díaz